
Esta página está dedicada al mítico Luis Miguel Arconada Echarri (San Sebastián, 26 de Junio de 1954) Histórico guardameta de la Real Sociedad y la Selección española. El mejor de la historia. Un portero que marcó época por su carácter y profesionalidad
jueves, 29 de marzo de 2007
Trofeo Zamora en tres ocasiones

¿Casillas iguala a Arconada?

Conste que no tengo nada en contra del bueno de Iker, que en las ocasiones que hemos coincidido en viajes y concentraciones de la selección española, siempre me ha parecido un gran tipo: sencillo y con la cabeza bien amueblada. Pero del mismo modo me parece una osadía que se le compare con el que a mi entender ha sido el mejor de todos los tiempos: Luis Miguel Arconada.
La trayectoria de Arconada fue ejemplar pese a todos los peros que sus detractores, esos a los que que esa enfermedad llamada envidia no les deja mirar más allá, pusieron: que si la historia de las medias blancas, que si el famoso gol de Platini en la Eurocopa de Francia, que si el Mundial 82... En definitiva historias y más historias que para nada han podido empañar la imagen que la gran mayoría siempre tuvimos y tenemos del donostiarra.
Porque Luis fue, ha sido y es un hombre honrado; un profesional serio, entregado, de esos a los que sólo le podían unos colores: su amado blanquiazul de la Real Sociedad. El blanco de sus medias, el de la pureza de un portero profesional por los cuatro costados; y el azul del cielo, ese que sus más fieles seguidores tocábamos tan sólo con verle saltar al terreno de juego.
Porque Arconada era más que un portero genial. Arconada era único.
El otro día hablaba con su hijo, con Luis Arconada Junior, que tras hacer sus pinitos en el fútbol con Larrañaga como entrenador, supo aprender la lección de que sus mejores partidos no iban a estar precisamente como futbolista en un terreno de juego, sino frente a un ordenador como periodista contándoles como ahora hago yo sus inquietudes. Luis Junior me desvelaba la clave cuando hablábamos del título de ese libro que estamos preparando sobre la biografía de su padre, el más grande.
Me enseñó, que leyendas hay muchas pero Arconada sólo hay uno. Por eso me lleno de rabia cuando se entra en comparaciones, cuando parece que los años pueden hacer olvidar todo lo que alguien tan grande como Luis nos regaló con esos vuelos imposibles, con ese alarde de reflejos, con ese carácter que hacía que le temblaran las piernas a los delanteros rivales, con esa mirada ganadora con la que era capaz de fulminar incluso a Rocky Baloboa...
Porque Arconada era un portero completo, muy completo. Sí, Iker Casillas lleva una carrera importante, y a sus apenas 25 años ha entrado en la lista de porteros célebres de nuestro fútbol, pero aún le falta para traspasar esa frontera que hay entre los grandes porteros y los inmensos, los que, como Luis, han tocado el cielo. Iker sólo lo ha acariciado.
Casillas ha igualado a Arconada pero sólo en lo que a internacionalidades se refiere; en el resto el 1 sigue estando muy por encima. Cuando Arconada estaba en activo, la cantidad de partidos internacionales que se disputaban eran inferiores a las que se juegan hoy en día y a ello hay que unir que el ex guardameta de la Real Sociedad estuvo toda una temporada en el dique seco por culpa de una grave lesión de ligamentos en el primer partido de la 85-86.
Por si esto fuera poco hay que sumar el veto sufrido por el meta, primero en batir los records, por aquella época inamovibles, de Ricardo Zamora (46 partidos) e Iríbar (49 encuentros). Un veto del que nadie, a excepción de José Antonio Camacho, fue capaz de hablar. El ex jugador del Real Madrid y seleccionador español en el Mundial de Corea y Japón, otro ganador, fue rotundo en unas declaraciones realizadas a la revista Interviú. "A Arconada se lo cargaron los directivos de la Federación". Pero bueno de esa historia ya les hablaré otro día.
A Luis Arconada no le perdonaron ser el más grande ni ser el primer ídolo de la España futbolística, tanto que ni hoy, 18 años después de su retirada del fútbol activo le siguen machacando. Tanto que 23 años más tarde de aquel gol en la Eurocopa de Francia, se sigue haciendo mención del tanto, como hizo la pasada semana Tele 5, para hablar de un ¡España-Dinamarca! ¡Increíble!
Ese es el alto peaje que Luis Arconada ha tenido que pagar. Pero lo más triste de todo no es que haya tenido que abonarlo durante su trayectoria profesional, sino que tenga que seguir pagándolo 18 después de que nos regalara su último vuelo, ese que aún nos permite soñar con su recuerdo.
martes, 13 de marzo de 2007
Aquella tarde triste de Sevilla

lunes, 12 de marzo de 2007
La leyenda de las medias blancas


domingo, 11 de marzo de 2007
De la Real de Arconada a la de 'Forrest Gump' Astiazarán

La herencia de 'Forrest Gump' Astiazarán comienza a dar sus frutos. La Real Sociedad, sí, aquel equipo histórico que a finales de la década de los 70 e inicios de los 80, enamoró a toda España con su trabajo de equipo, humildad, y por su filosofía de futbolistas marca de la casa... está a un paso de dejar la máxima categoría del fútbol español.
A un sólo pasito de pasar del cielo al infierno. De pasar de los dos títulos de Liga, aquella histórica Copa del Rey ante el Atlético de Madrid, su récord de imbatibilidad que tan sólo pudo cortar una suculenta prima merengue... a una Real de Segunda división, otro grande en las tinieblas. ¿Motivos? ¿Culpables? Como el famoso anuncio que está arrasando en televisión... "Que levante la mano el que ha llevado a la Real Sociedad al infierno".
Muy bien señor Astiazarán, eso es tener iniciativa, ser sincero y asumir las culpas. Porque ¿es usted quién ha levantado la mano verdad? José Luis Astiazarán, ex presidente de la Real Sociedad hace un par de temporadas, y actual presidente de la Liga de Fútbol Profesional (nadie ascendió tanto con tan escasos méritos) otorga el galardón de haber desbancado al 'tonto' más famoso de toda la historia del cine, el entrañable 'Forrest Gump' que espero sepa perdonar mi atrevimiento de compararle con tan singular elemento y 'galáctico' de las finanzas. Déme usted dinero que yo le enseñaré como gastarlo sin que nadie sepa donde.
Astiazarán cogió las riendas en una Real Sociedad con superávit y en muy poco tiempo lo ha convertido, con su pésima y extraña gestión, en una entidad deudora, con grandes problemas económicos y entre los líderes de los clubes en números rojos de nuestro fútbol. Pero no contento con ello, dejó a la Real al borde del abismo, su nueva víctima (la LFP) también atraviesa momentos delicados, hasta tal punto que los amigos de El Buscador están investigando si era el propio Astiazarán quien llevaba los mandos del Titanic.
¿Qué pensarán gloriosos como Arconada, Satrústegui, Zamora, López Ufarte, Idígoras, Alonso... (aquellos nombres que escribieron las páginas más bellas de la historia realista) de la actual situación del equipo txuri urdiñ? ¿Qué ha sido de esa entidad seria y bien dirigida que durante muchos años fue ejemplo de gestión y estructuras deportivas? ¿Qué ha ocurrido con ese equipo que fue reclamo de los grandes que veían como ni sus grandes presupuestos le permitían hacerse con el fichaje de gente como Arconada, Zamora o Satrústegui?
¿Qué ocurrirá a partir de ahora? Muy fácil, mientras que esos jugadores históricos, esos mitos de carne y hueso que impregnaron de sudor y orgullo su sentimiento blanquiazul sufren con dolor una situación que parece no tener solución, los grandes culpables de este triste presente e inquietante futuro se han apresurado a salvar su culo sin echar la vista atrás, en busca de otro sueldazo o el euro millón que le permitan asegurarse una jubilación cada vez más cercana sin importarle los corazones heridos en el camino; esos corazones txuri urdiñ que aguantan con entereza y gallardía la impotencia de ver como el enfermo está en fase terminal.
¡Aupa erreala!
jueves, 8 de marzo de 2007
El más grande

Si es cierto aquello de que los recuerdos son aquellos que siempre nos mantienen vivos, incluso después de la muerte, Luis estará siempre vivo, porque su recuerdo sigue intacto en millones de niños que como yo soñábamos ser un día Arconada. Millones de niños que aún hoy, con ese juez infalible que son los años, sobre todo en un mundo tan injusto y cruel como el del fútbol, siguen colocando a Luis Miguel Arconada Echarri en lo más alto del escalafón de los grandes porteros que ha dado el mundo del fútbol.
Porque Arconada consiguió ser el número uno en una época donde el precio de ídolo era demasiado alto, algo que hoy no ocurre; basta que hagas un par de partidos buenos para que te regalen una portada en el Marca o el As como si llevaras diez años al más alto nivel. Ya saben fútbol es fútbol...
Los mediocres se quedan en lo de siempre, el gol de Platini, pobre de aquellos que la envidia les impidió disfrutar del mejor portero de todos los tiempos. Arconada falló, sí, como todos los grandes en algún momento puntual. Ya lo dijo el ex seleccionador Javier Clemente tras el error de Zubizarreta en el Mundial ante Nigeria: "¿El fallo de Arconada y el de Zubi? Los grandes porteros son aquellos que cantan alguna vez, los malos lo hacen siempre". Genial como siempre un técnico que como Arconada pagó muy caro su filosofía de ir de cara.
Estas líneas con las que comienzo mi blog no son más que un pequeño homenaje a aquel portero genial que un día me robó los sueños, esos que vivía y disfrutaba con él en la portería. Pero ojo, Arconada sólo me robó los sueños con su adiós de los terrenos de juego, ya que su recuerdo hacen que para mí él siga jugando cada domingo. Claro, con permiso de su esposa Carmen y de sus hijos Luis y Nerea, que ya les toca también a ellos disfrutar del uno.
Gracias Luis por enseñarme que como en el abecedario, en el fútbol la primera letra también es la A, la A de Arconada; el más grande, el uno.