
Hoy, como cada 26 de Junio, cumpleaños de mi amigo Luis Miguel Arconada he cumplido con ese ritual que me ha acompañado desde que el mejor de todos los tiempos decidiera poner punto y final a una exitosa trayectoria deportiva. He cogido ese dvd en el que tengo grabado el magnífico reportaje que le hiciera para TVE un grande del periodismo como Alfonso Azuara con motivo de los 50 partidos internacionales del Tigre del Igueldo.
He vuelto a ver esos vuelos increíbles, esas paradas imposibles, ese carácter, esas salidas valientes, ese genio que le hizo tan grande, su capacidad de mando, su potencia de piernas... y con ello, he vuelto a soñar que era Arconada, he vuelto a meterme en ese inmenso metro ochenta del mito de Donosti.
He vuelto a saltar al césped de Atocha como si fueras tú Luis. Y no sabes como me he emocionado. Cómo he disfrutado recordando a ese hombre, a ese portero que me enseñó cómo hay que luchar por ser siempre el mejor, el número 1.
Hoy he vuelto a saltar al terreno de juego, con tu camiseta negra y celeste, esa que compró toda España para ser como tú. He recordado aquella ocasión en la que me comentaste que había llegado el momento de decir adiós. Te pregunté: ¿Porqué Luis, porqué retirarte ahora en tu mejor momento?
Me respondiste: Porque es preferible irte en tu mejor momento cuando todo el mundo te pide que te quedes, que tenerte que marchar cuando las cosas van mal, cuando esos que hoy te piden que te quedes sean los mismos que mañana te pidan que te vayas; de esa forma todo el mundo se quedará siempre con tu mejor recuerdo.
En aquella ocasión no te comprendí. Ahora, cuando los años me han enseñado a ver las cosas desde varios puntos de vista, he aprendido la lección que me diste aque día. ¡Qué razón tenías Luis!
Te fuiste en tu mejor momento y ¿sabes una cosa? Desde tu marcha del fútbol en activo no ha habido nadie como tú. Nadie porque Arconada sólo hay uno. Feliz cumpleaños amigo.
PD: Ya te he felicitado hace un rato telefónicamente pero he querido hacerte este humilde regalo en nombre de todos los que como yo soñamos alguna vez ser Arconada.