Feliz año Arconadistas del mundo

Se va el 2010 y con él muchos recuerdos y amigos. Por ello, en este último día del año quiero desear un Feliz Año a Luis Arconada Echarri, mi amigo, mi segundo padre, mi ídolo, mi ángel de la guarda. Ese portero de leyenda que en el día a día de esa jungla que es la calle me sigue regalando su sapiencia, tendiéndome su mano en los momentos de apuros, que al fin y al cabo es cuando de verdad apreciamos a los que están de corazón y los que lo hacen por interés.
Si hace unos años, siendo un crío, cuando me las ingeniaba para ver a Arconada en los hoteles de concentración de la Real y la selección, en los paseos del equipo (que yo seguía con respeto desde la distancia haciéndolo también mi paseo como si de un convocado más se tratara) me llegan a decir que podría decir que Luis Arconada y su familia, la cual considero la mía, iban a estar ahí conmigo como lo están ahora habría pensado que quien me lo decía no estaba precisamente muy cuerdo.
Imagino que todos los que habéis sentido y sentís esa misma pasión y admiración por el más grande, Arconada, sabréis de lo que os hablo, de lo que siento, de ese orgullo que recorre mi cuerpo por sentirme un privilegiado. Es por ello que quiera dedicaros estas líneas para desear un Feliz Año a todos los Arconadistas del mundo, y si os apetece dejo que en esta última entrada de la página de Don Luis Arconada le podáis dejar vuestro mensaje navideño a Luis y su familia: su esposa Carmen, un encanto que supera la humanidad de Luis (creerme), a Nerea, la niña de sus ojos, que ha heredado las múltiples virtudes de sus padres y a ese crack del periodismo como es Luis, hijo del 1 que desde Tele 5 lidera como lo hacía su padre el magnífico equipo del mejor presentador de Informativos: Pedro Piqueras.
Muchas felicidades a todos y que el 2010 os traiga todo lo mejor. Y una vez más, gracias por vuestro apoyo, por estar ahí, por sentiros como yo un Arconada más y por defender a capa y espada la grandeza del que ha sido, es y será, el mejor portero de la historia del fútbol.
Un abrazo

José Miguel Muñoz